Las últimas investigaciones indican que nuestra galaxia tiene al menos un agujero negro. Este es el primer objeto de este tipo observado en la Vía Láctea. Entre los descubridores de este raro fenómeno se encuentran científicos del Observatorio Astronómico de la Universidad de Varsovia, participantes en el proyecto OGLE.
Los agujeros negros son una de las cosas más misteriosas de la astronomía. Es muy difícil estudiar y observar estos fenómenos, especialmente cuando ocurren solos y no emiten ninguna señal. Los científicos lograron encontrar un agujero negro de este tipo y tomar sus medidas.
ligera flexión
La tecnología gravitacional utiliza una microlente para observar cuerpos celestes no iluminados. Utiliza la propiedad de los objetos masivos para doblar y enfocar los rayos de luz. Si la luz que llega a la Tierra desde una estrella distante encuentra un objeto de este tipo en su camino, el observador verá la propiedad del brillo variable en el tiempo de la fuente, el llamado fenómeno de microlente.
El Observatorio Astronómico de la Universidad de Varsovia es uno de los centros de investigación más importantes que utilizan tecnología de microgravedad. Desde 1992, el proyecto científico ha estado ejecutando el Experimento de lente óptica gravitacional (OGLE) bajo la dirección del profesor Andrei Udalsky. Hasta la fecha, se han descubierto hasta 22 000 fenómenos de microlentes como parte de la iniciativa.
Tras la pista de un agujero negro
El brillo del agujero negro fue observado por primera vez el 2 de junio de 2011 por científicos del programa OGLE. La existencia de este fenómeno ha sido confirmada por otro proyecto de investigación que utiliza tecnología de microgravedad, el Meteorología astrofísica de microlentes (MOA) de Nueva Zelanda y Japón.
La instalación fue monitoreada regularmente durante los siguientes nueve años. Los investigadores recogieron 15.545 mediciones precisas del brillo del fenómeno. También se unió a la observación el equipo de astrónomos del Instituto de Ciencias del Telescopio Espacial, que dirigió la mirada atenta del Telescopio Espacial Hubble. De esta manera, se realizaron mediciones astronómicas del fenómeno, debido a la gran masa del objeto. La instalación también fue probada por un equipo independiente de científicos de la Universidad de California, Berkeley.
Masa varias veces mayor que el sol
Como lo demuestran los resultados del modelo, el objeto misterioso podría ser solo un agujero negro oculto dentro de la Vía Láctea. El Dr. Przemyslav Mroz, miembro del equipo de OGLE que participó en el modelado del fenómeno, explica que la luz de una estrella ordinaria de esta masa se puede registrar fácilmente. Esto indica que estamos ante un objeto no luminoso, es decir, un agujero negro libre con masa estelar. Según sus cálculos, los científicos estiman que el objeto tiene una masa de 4,2 a 7 veces la masa de nuestro Sol.
El descubrimiento del primer agujero negro libre en la Vía Láctea es un gran avance en el estudio de estos raros objetos. Los científicos especulan que hay muchos objetos de este tipo en nuestra galaxia, y las observaciones futuras deberían permitir el descubrimiento de más de ellos. una. Andrzej Udalski también explica que este descubrimiento pone fin a cierta etapa en el desarrollo de la tecnología de microgravedad.
– Este método hasta ahora ha sido capaz de estimar el contenido de la llamada materia oscura en la galaxia, descubrir sistemas de exoplanetas y planetas libres. El descubrimiento de un agujero negro libre es el resultado largamente esperado de otro campo fundamental de investigación: la microlente de objetos muy masivos, dice Udalsky.
Fuente de la imagen principal: NASA, STScl, FECYT, IAC
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