Mirando las acciones de Balenciaga, me viene a la mente la siguiente frase: Scandal es el segundo nombre. Aunque muchos de los proyectos bizarros que salieron de sus manos fueron discutidos o simplemente ridiculizados, salvándose la marca de posteriores publicaciones en los medios, en el caso de las campañas al estilo BDSM con niños, el asunto es mucho más grave. Esta historia debe ser aclarada en la corte. Balenciaga está demandando a la agencia de diseño North Six y al diseñador de producción Nicolas Des Jardins, quienes son los responsables de preparar la sesión de fotos. La casa de moda española también busca una compensación de 25 millones de dólares. La declaración también fue publicada por el fotógrafo italiano Gabriele Jalimberti, quien participó en la polémica sesión de fotos. En él, confirmaba que no era responsable de la selección de productos para el rodaje ni del diseño de la escenografía. Por supuesto, ahora todos los adultos se lavan las manos, porque es la forma más fácil. Sin embargo, tengo la sensación de que todo irá hasta los huesos. Pasaría algún tiempo, y Balenciaga no se dejaría provocar ni por un momento, solo para atacar de nuevo y conmocionar al público con más escándalos y proyectos extravagantes. Después de todo, a Demna Gvasalia le gusta traspasar los límites, en principio, ya sea que digan lo bueno o lo malo, siempre que hablen.
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