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Motrich y Ramos no quieren mirarse al espejo

Motrich y Ramos no quieren mirarse al espejo

Cuando la epidemia golpeó nuestras vidas, el Real Madrid ideó un plan que fue muy efectivo dos años después. El club se apretó el cinturón, hizo cálculos y midió bien todos los movimientos económicos para salir de una fuerte epidemia. Los monarcas se han beneficiado de ello, enfrentándose a fuerzas catastróficas estimadas en pérdidas millonarias. Ahora bien, esta administración tiene mucho sentido.

Inicialmente, tras el brote del coronavirus, Florentino Pérez pidió a sus jugadores que trataran de aceptar reducir sus salarios en un 10 % aproximadamente. Muchos debían comprender mejor la situación catastrófica del mundo. Luka Modric fue uno de los primeros en aceptar estas situaciones con facilidad.

El croata ya era la estrella que es hoy, ganó el Balón de Oro hace dos años y era plenamente consciente de su vínculo con el Real Madrid. Él (y ella) es un jugador que marca la diferencia y es un elemento importante en cada proyecto. A algunas personas les gusta. Aunque sabía que tendría muchos privilegios y que muchos equipos estarían interesados ​​en él, accedió a estar en condiciones mucho menos favorables que en otros lugares. Aceptó una rebaja salarial y accedió a negociar anualmente su futuro en el club.

El documento de identidad del mediocampista indica que tiene 37 años en septiembre, pero su tarjeta de identificación de fútbol dice que tiene alrededor de 25 años. La temporada pasada fue prueba de ello: disputó 47 partidos, 40 de los cuales comenzaron en el primer minuto y siempre fueron fundamentales en los momentos clave de la temporada. Puedes verlo en todas las fotos inolvidables de esta temporada histórica.

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Cuando terminó la temporada, Modric inició negociaciones con el club, y no tardó en prorrogarse el contrato. Ambas partes se necesitan y se tratan de manera especial. El Real Madrid ofrece su puesto al centrocampista, dejando que se negocien las condiciones y velando tranquilamente por su futuro. El croata, por su parte, entiende que el club paga contrato año tras año por su edad (biológica).

El extremo opuesto para Ramos y Motricia
Modric hace lo que Sergio Ramos no quiere hacer. El central, una leyenda del Real Madrid, quiso coquetear nada más salir, lo que obligó al club a negociar duramente, que acabó en derrota. A los 35 años, Ramos hizo lo mismo por el Real Madrid, Modric y todos los demás jugadores de su edad en el mundo del fútbol. Los contratos se revisan todos los años al final de la temporada, lo que no es señal de desconfianza. Esto es simplemente un caso de analizar y extender el contrato si todo sale como se espera. Un ejemplo es el croata.

Pero a Ramos no le gustó. Sergio quería fichar por dos años, y cuando el Real Madrid se dio cuenta de que no podía permitírselo, se fue. Era demasiado tarde y la oferta hecha por él ya estaba «caducada». El defensor español finalmente se fue a París, donde luchó para jugar duro.

Esa es la diferencia. Sergio Ramos, olvidado por el mundo del fútbol, ​​se encuentra frente al jugador clave del Real Madrid, el ganador de la Liga y la Champions League, Luka Modric. Ganó la liga francesa, pero su contribución fue limitada. Las lesiones le impidieron jugar durante mucho tiempo, pero la dinámica de su último año de carrera era evidente. Tampoco llegó a la selección, no fue convocado por Louis Enrique, y es difícil que termine su gran carrera como jugador con un Mundial.

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Si Ramos hubiera seguido el modelo de Matrix, ¿habría seguido siendo el mismo? Esta pregunta no puede ser respondida. Las hipótesis del fútbol están más allá de la experimentación. No cabe duda de que hará un mejor papel que el PSG y podría formar parte de la plantilla del Real Madrid. Sin embargo, no quiso ver su camino y le demostró a un buen amigo que el fútbol, ​​como la vida, se trata de tomar buenas decisiones.