Las turberas de caldera se encuentran entre las líderes en acumulación de carbono

Esta publicación, titulada «Las turberas de grandes agujeros como puntos críticos de carbono: revelando controles sobre las tasas de acumulación de carbono durante los últimos 2.000 años», reúne los resultados de la investigación de un equipo de científicos del Laboratorio Ambiental de Cambio Climático, que trabaja bajo la supervisión del Prof. Marius Lamentovic.

Nuestra publicación demuestra, en primer lugar, que las turberas, hasta ahora descuidadas, pueden tener un enorme potencial en lo que respecta a la acumulación de carbono. Los resultados muestran que en dos de los tres sitios que desarrollé, el proceso de acumulación de carbono fue muy efectivo. El tercero perdió su eficacia a consecuencia de los incendios.

¿Por qué turberas?

Gracias a sus condiciones únicas, las turberas constituyen un archivo de conocimientos ecológicos antiguos, que registran los cambios ambientales ocurridos en sus alrededores. Las turberas, por ejemplo, registran los efectos de la deforestación provocada por la actividad humana o la presencia de cultivos o pastoreo de animales que se produjeron en el pasado en algún lugar de sus márgenes.

– Si miramos una columna extraída de turba, a menudo tenemos material a una profundidad de 100-200 centímetros (o incluso más) en el que podemos encontrar partes de plantas a simple vista y luego determinar su especie usando un microscopio – explica el doctor.

Debido a que las turberas crecen con relativa rapidez, una parte importante de la materia orgánica, incluidas las algas y otras plantas, acaba en el medio acuático ácido y anaeróbico, donde no se descompone por completo y se almacena perfectamente. Estas condiciones también hacen que las turberas absorban más carbono en la fotosíntesis (incorporación a organismos vegetales) del que liberan durante la descomposición de la materia orgánica.

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Fotografía de A. Wekrota