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¿Desaparecerá el combustible milagroso del mercado eléctrico? El experto señala el problema

¿Desaparecerá el combustible milagroso del mercado eléctrico? El experto señala el problema

Si miramos la legislación de la UE y el mercado automovilístico actual, parece claro. El motor del futuro es un motor eléctrico que funciona con baterías. A la vista de los resultados de ventas, los vehículos de hidrógeno son por ahora sólo una curiosidad y el uso de combustibles sintéticos, aunque también está permitido, es cosa del futuro. Sin embargo, los próximos años pueden cambiar esto.

El científico jefe de Toyota, Gilles Pratt, señaló en una entrevista con Automotive News Europe que, según Agencia especializada Benchmark Mineral Intelligence, ya en 2026-2027 la demanda de litio superará las posibilidades de su extracciónEl final de la década traerá una verdadera crisis al mercado. Los nuevos tipos de baterías que se utilizarán en los coches en los próximos años no cambiarán nada, seguirán necesitando las mismas cantidades de litio.

¿Deberíamos entonces centrarnos más en las alternativas a los coches eléctricos? Los coches de pila de combustible de hidrógeno son más caros que los eléctricos y la tecnología en sí es una buena solución, especialmente para el transporte de larga distancia. Sin embargo, Toyota es uno de los varios fabricantes que trabajan en motores de combustión interna propulsados ​​por hidrógeno. En teoría, esto significa que después de sólo pequeñas modificaciones, los coches de combustión quedarán libres de emisiones.

Gil Pratt admite que la solución es muy prometedora. Es cierto que un motor que quema hidrógeno no está completamente libre de emisiones porque requiere lubricación adicional, lo que genera emisiones de CO2 de varios gramos por kilómetro. Sin embargo, dado que en la mayoría de los países la electricidad todavía proviene en parte de fuentes de energía no renovables, estos pocos gramos siguen siendo un mejor resultado que en el caso de los coches eléctricos. Eso sí, suponiendo que el hidrógeno en sí sea verde y sólo se utilicen fuentes de energía renovables para preparar este combustible.

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Según Pratt, el hidrógeno, independientemente de la situación del mercado de las baterías, es el futuro del transporte. Los camiones eléctricos son muy ineficientes porque requieren varias toneladas de baterías, lo que reduce su capacidad de transporte. Además, cargar células tan grandes lleva mucho tiempo. Este problema, por supuesto, se puede solucionar con cargadores más potentes, pero, como señaló el científico, incluso con un megavatio de potencia sería necesario detenerse durante una hora. Además, estos cargadores son muy caros de instalar porque deben colocarse cerca de las autopistas, lejos de conexiones potentes.

Otra solución en la que están trabajando muchas empresas son los combustibles sintéticos. Su combustión provoca emisiones de dióxido de carbono, pero como se utiliza para producir combustible, esto debería llevar a un equilibrio cero. Actualmente, su aplicación es ampliamente discutida en el contexto del transporte, principalmente por mar y aire.

Sin embargo, existe un gran potencial para que los combustibles sintéticos también se utilicen en los turismos. Se pueden utilizar en la mayoría de motores sin modificaciones adicionales, lo que teóricamente abre la puerta a una reducción inmediata de las emisiones de CO2 en el transporte. Como dice Pratt:

Gil Pratt también señala que en muchas partes del mundo la electrificación es casi imposible. Estamos hablando de países que son demasiado pobres para permitirse esa tecnología y de lugares en el mundo donde la red eléctrica es muy inestable o no existe en absoluto. En muchas partes del mundo, el único medio de transporte sigue siendo un vehículo con un sencillo motor de combustión interna de combustible líquido. Uno que pueda transportarse fácilmente en una lata o incluso en una botella. Al pasar de los combustibles fósiles a los sintéticos, podemos lograr que el transporte esté libre de emisiones en todo el mundo, no sólo en los países desarrollados.

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Entonces, ¿son los combustibles sintéticos la mejor y más obvia manera de garantizar un transporte ecológico? Desafortunadamente, no es tan simple. En primer lugar, la producción industrial de este tipo de combustible aún no ha comenzado. Como resultado, es difícil decir cuánto costarán. Porsche Comenzó a producir combustible sintético a finales de 2022Pero por el momento se trata de un nivel de producción de prueba de 130.000. litros por año. En 2025 se espera alcanzar los 55 millones de litros y, al cabo de dos años, los 550 millones de litros. El precio esperado es inferior a 2 euros/litro. Pero las tarifas son actualmente diez veces más altas.

Pratt también llama la atención sobre otro problema: la producción de combustibles sintéticos requiere grandes cantidades de energía, y además, energía verde. De lo contrario, no es posible que los combustibles electrónicos tengan un balance de CO2 nulo. Además, hacer funcionar un coche eléctrico con esta energía es más eficiente que utilizarla para producir combustible sintético. Por otro lado, no se da el caso de que la creación de baterías, su posterior reciclaje y la creación de una red de cargadores rápidos no requieran consumo energético.

El científico también señala que con el dinámico desarrollo de las fuentes de energía renovables, cada vez es más común que se genere un exceso de energía en días soleados y ventosos, lo que es difícil de aprovechar. Al mismo tiempo, no podemos abandonar rápidamente las fuentes de energía tradicionales sobre esta base, porque actúan como estabilizadores de la red, independientemente de las condiciones climáticas. Pratt señala que ese excedente de energía podría utilizarse para producir combustible sintético, que también es una fuente de energía, pero muy sencillo y barato de almacenar y transportar.

Como puede ver, hay muchas posibilidades para un mayor desarrollo del transporte ecológico, pero por el momento ninguna de ellas es ideal.