El miedo al parto es una reacción normal para cualquier mujer que espera tener un bebé, pero cuando la ansiedad interfiere con el funcionamiento normal y tiene un efecto negativo en la salud, estamos ante una tocofobia. Tenga en cuenta si hay formas efectivas de lidiar con el miedo.
El miedo al parto por pánico es un tipo de trastorno de ansiedad. Aunque las mujeres han padecido esta enfermedad durante siglos, no fue hasta el año 2000 cuando se nombró oficialmente a la enfermedad. En el lenguaje médico, este tipo de miedo se llama tocofobia. El nombre se deriva de la palabra griega «tokos» que significa nacimiento. Hay dos tipos de tocofobia: primaria y secundaria.
Miedo al parto (tocofobia): ¿de dónde viene?
El miedo al parto no solo se aplica a las mujeres embarazadas. Las mujeres que no quieren tener hijos y no se están preparando para dar a luz también pueden sufrir tocofobia. En ambos casos estamos ante la fobia infantil inicial. La tokofobia suele ser el resultado de un embarazo no planificado. El nuevo rol y las responsabilidades que tiene que asumir una mujer la hacen sentirse confundida y perdida. Es cierto que la difícil condición física o personal de la futura madre puede contribuir al desarrollo de un pánico por miedo al parto.
La tocofobia secundaria afecta a las mujeres que ya han dado a luz y que han experimentado un trauma durante el parto. La enfermedad también puede tener una base neurótica. Debe recordarse que durante el embarazo, el cuerpo de una mujer sufre enormes cambios hormonales, que a menudo tienen un efecto negativo en la salud mental. Pueden aumentar el miedo al próximo nacimiento.
Tokofobia: ¿cómo reconocer el trastorno?
Aunque la tocofobia es una enfermedad común, lamentablemente la medicina no proporciona herramientas efectivas para detectarla. La ansiedad de la futura madre a menudo se atribuye a cambios hormonales y al conocimiento insuficiente del parto. En algunos casos, el ginecólogo que realiza el embarazo decide derivar a la mujer a un psiquiatra. El tratamiento para la tocofobia se basa principalmente en la psicoterapia, por lo que cuanto antes le informe a su médico sobre sus inquietudes, mejor. El apoyo de la pareja y del entorno inmediato de la embarazada también es muy importante. Aunque oficialmente la tocofobia no es Como indicación de cesárea, en algunos casos el psiquiatra puede entregar a la paciente un certificado adecuado, que debe ser tenido en cuenta por el ginecólogo.
Tokofobia: los síntomas más comunes
¿Cómo saber si se trata de una tocofobia? Los síntomas más comunes de la tocofobia son:
¿Cómo afecta el miedo al parto el cuerpo de una mujer?
Desafortunadamente, las fuertes emociones que experimenta una mujer embarazada tienen un gran impacto tanto en el curso del embarazo como en el parto en sí. El aumento de la ansiedad puede retrasar el parto del bebé, lo que a menudo provoca la inducción del parto. Además, el estrés prolonga el trabajo de parto y hace que las contracciones sean más dolorosas. Esto puede contribuir a complicaciones como una frecuencia cardíaca baja para su bebé recién nacido, por lo que es importante lidiar con su miedo al parto lo antes posible. ¿Cómo lo hago?
Tokofobia: ¿cómo se maneja? Algunos consejos importantes
Hay algunas formas de ayudarla a controlar su ansiedad por dar a luz. Aunque no podemos predecir cómo terminará el trabajo de parto, podemos aprender a controlar nuestro miedo. ¿Qué tipo de ayuda vale la pena utilizar?
- escuela de nacimiento Aunque el conocimiento sobre el parto está generalmente disponible, es útil inscribirse en una escuela de parto dirigida por profesionales. Las clases de parto no son solo conocimientos teóricos y ejercicios, sino también una gran oportunidad para conocer a otras mujeres en la misma situación que tienen muchas preocupaciones sobre la maternidad. Es mejor elegir una escuela ubicada en el hospital donde tiene la intención de dar a luz. Conocer el lugar y al personal desde el principio tiene un impacto positivo en el bienestar durante el parto.
- atención de partera individual – En la mayoría de los hospitales estatales, es posible adquirir los servicios de una partera en particular de forma individual. Esto significa que la matrona nos acompañará exclusivamente durante todo el parto. Si es posible, vale la pena ver a su partera unos meses antes del parto y contarle sus necesidades y expectativas. También debemos recordar decirle a la partera exactamente sus sentimientos durante el parto.
- plan de nacimiento – Es un documento disponible en todos los hospitales que la gestante completa en consulta con la matrona. Ayuda a identificar todos los problemas relacionados con el nacimiento del niño. Las necesidades y requisitos más importantes de la futura madre deben tenerse en cuenta en el plan de parto.
- Apoyo durante el parto Vale la pena pensar un poco desde el principio en qué apoyo será el mejor para nosotros durante el nacimiento del niño. La mayoría de las mujeres optan por ir acompañadas de pareja, aunque en algunos casos son una amiga o una hermana. Recuerde buscar la ayuda de una persona tranquila y confiable que pueda tomar decisiones importantes en caso de complicaciones.
- Métodos no farmacológicos para aliviar el dolor. – Antes de decidir dar a luz en un hospital en particular, es útil conocerlos a todos. Métodos para aliviar el dolor proporcionados por la instalación. Esto es especialmente cierto en el caso de los métodos naturales, que incluyen: aromaterapia, baño, baño caliente, ejercicio con pelota, masaje y acupresión. En la mayoría de los hospitales, las mujeres también pueden beneficiarse del tratamiento TENS, que se realiza mediante un dispositivo especial que se coloca en la zona lumbar. Tiene electrodos que, al emitir impulsos eléctricos, reducen eficazmente el dolor y calman los espasmos. Saber cómo manejar el dolor de antemano le ayudará a reducir el estrés de forma espectacular.
Anestesia durante el parto: una forma de evitar el miedo al parto
Si el dolor durante el parto resulta insoportable y los métodos naturales no ayudan, la mujer tiene derecho a usar anestesia farmacológica. El tipo de anestesia más común es la epidural, que se extiende desde la cintura para abajo, lo que reduce significativamente el dolor. La anestesia se administra con una aguja que se inserta entre las vértebras en la parte inferior de la columna. Este método de alivio del dolor funciona durante todo el proceso de parto, lo que permite a la mujer descansar un rato e incluso tomar una siesta. La anestesia la prepara y administra el anestesiólogo. Más importante aún, la dosis La epidural se puede ajustar durante el período de parto. Después de la anestesia, el anestesiólogo está en contacto constante con la partera. La anestesia no representa ningún peligro para el bebé y no afecta la calidad de los alimentos; el recién nacido puede ser amamantado inmediatamente después del nacimiento.
Se realizan todos los exámenes necesarios para que el médico tome una decisión durante el embarazo. Una epidural adecuada es completamente segura y no tiene efectos secundarios. Lo más importante es que la anestesia se puede utilizar de forma gratuita en todos los hospitales.
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