Un estudio realizado durante la pandemia de COVID-19 encontró que los videojuegos pueden beneficiar la salud mental. Sin embargo, debes practicar la moderación, porque jugar demasiado todos los días puede reducir tu salud.
Investigaciones anteriores sobre los efectos de los videojuegos en Mente No se proporcionaron resultados claros. Algunos análisis del juego habitual a largo plazo han indicado que el juego puede provocar síntomas de adicción. En los adolescentes, esto puede conducir al aislamiento social y, en algunos casos, a un comportamiento agresivo. En 2019, la Organización Mundial de la Salud incluyó el «trastorno de juego» (adicción a los juegos) en la lista actualizada de la Clasificación Internacional de Enfermedades y Problemas de Salud.
Otros estudios han sugerido que tales hallazgos son exagerados. Muchos de los estudios en los que la OMS basó su decisión no pudieron probar causa y efecto en lo que respecta a los resultados de salud mental. Hasta entonces, la mayoría de los análisis se realizaban en entornos controlados, lo que puede haber influido en los resultados.
Aunque este tipo de entretenimiento suele ser criticado, parece mejorar el bienestar. Al menos eso es según una nueva investigación publicada en la revista Nature Human Behavior (doi: 10.1038/s41562-024-01948-j). En este trabajo, los científicos utilizaron la pandemia de COVID-19 y el posterior confinamiento para estudiar el impacto de los videojuegos en un gran número de personas fuera del laboratorio.
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Pandemia y juegos
La investigación realizada entre diciembre de 2020 y marzo de 2022 en un grupo de personas de 10 a 69 años mostró que Juegos de vídeo Puede tener un impacto positivo en la salud mental. Además, el simple hecho de poseer una consola de juegos parece aumentar la satisfacción con la vida y reducir el estrés.
Alrededor de tres mil millones de personas en todo el mundo juegan videojuegos. Este número ha aumentado dramáticamente durante la pandemia. En Japón, esto provocó una escasez de consolas de juegos. Luego se creó un sistema de lotería que seleccionaba al azar a los consumidores que podían comprar la consola una vez que estuviera disponible.
El equipo de investigación se dio cuenta de que la pandemia brindaba una buena oportunidad para probar los efectos de los videojuegos en jugadores confinados en sus hogares. Los científicos han creado cuestionarios para medir la salud mental. Preguntaron sobre la cantidad de tiempo dedicado a jugar, el nivel de estrés y la satisfacción con la vida. Además, recopilaron datos sobre el estatus socioeconómico de los participantes.
Los científicos encuestaron a 8.192 personas que participaron en la lotería. 2.323 de ellos ganaron la oportunidad de comprar la consola. Los participantes que tuvieron la oportunidad de comprar la consola experimentaron una reducción del estrés y reportaron una mayor satisfacción con sus vidas en comparación con los participantes que no ganaron la lotería. Los beneficios para la salud mental del uso de consolas fueron más pronunciados entre los hombres, los jugadores ávidos y las familias sin hijos.
Análisis adicionales de los cuestionarios mostraron que jugar videojuegos durante hasta tres horas al día parecía mejorar la salud mental, pero jugar durante períodos más prolongados disminuía ligeramente la salud. Cada hora extra de juego reduce tu nivel de satisfacción con la vida.
Limitaciones del estudio.
La investigación es el primer paso para demostrar una relación causal entre los juegos y los beneficios para la salud mental, dice Andrew Przybylski, psicólogo que estudia los efectos de los videojuegos en la salud mental de los jugadores en la Universidad de Oxford en el Reino Unido. Sin embargo, agrega que realizar la prueba durante la pandemia puede haber magnificado los beneficios de los juegos para la salud mental porque la salud mental de las personas era generalmente más deficiente en ese momento y había menos oportunidades para participar en otras actividades.
La pandemia también ha provocado cambios en el comportamiento social, profesional y de estilo de vida, que también pueden tener un impacto en las encuestas. Además, el estudio se centró principalmente en los hábitos generales de juego, sin distinguir entre diferentes tipos de juego, que pueden tener diferentes efectos en la salud mental. Además, los participantes optaron por participar en un sorteo, por lo que no se trató de una muestra aleatoria.
Fuente: Naturaleza, New Scientist, Universidad Bond, Imagen: Pixabay/CC0
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