Hemos empezado la temporada de barbacoas. Para ello debemos equiparnos con el equipamiento adecuado. Suele ser una parrilla de carbón, pero tiene algunos inconvenientes. ¿Comerlo es saludable? Vamos a averiguar.
Hace una docena o incluso unos años, elegir una parrilla era sencillo. La parrilla estándar con chimenea fue sin duda la opción más popular entre los polacos. Funciona con carbón o briquetas, lo que te permitirá preparar tus platos favoritos a la parrilla de forma económica y rápida. Sin embargo, hoy en día contamos con una amplia gama de equipos para asar, incluidas parrillas eléctricas y de gas. A la hora de elegir uno de ellos, conviene prestar atención a la salud. En este sentido, los científicos no se hacen ilusiones sobre qué tipo de parrilla es la mejor opción.
¿Parrilla de carbón o eléctrica?
Por supuesto, no será posible utilizar una parrilla de carbón, eléctrica o de gas en todas partes. Sin duda, la ventaja del primero es la posibilidad de iluminarlo casi en cualquier lugar. Sin embargo, conviene prestar atención a si está permitido y no supone ningún peligro.
Supongamos, sin embargo, que queremos utilizar la parrilla en el patio trasero. ¿Qué tipo de parrilla deberíamos elegir entonces? Si tenemos en cuenta la salud, debemos rechazar la tradicional parrilla de carbón. ¿Por qué?
¿Comida saludable a la parrilla? Es posible, pero…
Al cocinar alimentos en una parrilla, varios factores afectan si los alimentos serán saludables o no. Eso sí, depende en gran medida de los productos que planeemos preparar de esta forma. Sin embargo, suponemos que estamos asando carne. ¿Cuál es la mejor forma de prepararlo y qué puede afectar la liberación de sustancias nocivas?
En primer lugar, a los científicos les interesa la temperatura a la que calentamos la carne, así como el tiempo de cocción. Las temperaturas muy altas durante el procesamiento prolongado de la carne pueden provocar la formación de compuestos tóxicos. Estos incluyen aminas heterocíclicas, hidrocarburos aromáticos policíclicos, acrilamida y nitrosaminas. Al asar con equipos eléctricos o de gas, se controla mejor la temperatura. Por lo tanto, reducimos significativamente el riesgo de formación de sustancias peligrosas e incluso cancerígenas.
Asar a la parrilla está asociado con el humo. ¿Es esto bueno?
Para muchas personas, asar salchichas al fuego o usar una parrilla de carbón está estrechamente asociado con el humo distintivo. Nuestros vecinos u otras personas cercanas también pueden sentir el “olor a barbacoa”. Esto no es adecuado para todos; vale la pena tenerlo en cuenta.
Sin embargo, el mayor problema no es el humo al utilizar una parrilla de carbón o carbón. Además del ya mencionado procesamiento de la carne a temperaturas muy altas (no siempre, aunque ocurre a menudo), estamos hablando de la liberación de peligroso polvo Pm 2,5. Al estar cerca de una barbacoa o del fuego, nos exponemos a respirar aire muy contaminado. A menudo, al regresar a casa, tenemos que lavar la ropa utilizada durante la barbacoa. Entonces pensemos que las mismas sustancias también llegaron a nuestros pulmones. Incluso sin pensar en qué son estas partículas, podemos llegar fácilmente a la conclusión de que no son muy saludables.
Parrilla de gas: ¿es saludable comer en ella?
Al utilizar una parrilla de gas, en primer lugar, vale la pena prestar atención a la seguridad. Si bien hablamos con cada parrilla sobre las altas temperaturas y el riesgo de quemaduras, con una parrilla de gas debemos tener más cuidado.
Sin embargo, si hablamos de la comida preparada en una parrilla de gas, es más saludable que la preparada en una parrilla de carbón. Los científicos no se hacen ilusiones: el procesamiento térmico de la carne se realiza en condiciones más favorables y hay mucho menos polvo en el aire.
La opción más segura es una parrilla eléctrica.
En el caso de una parrilla eléctrica, casi no se producen emisiones de sustancias nocivas. El polvo PM2.5 y otros compuestos nocivos se reducen a cero. Al asar de esta manera, no hay contacto directo con la llama. Esto es más seguro para los usuarios (especialmente los niños), pero también es mejor para los alimentos asados.
Otras ventajas, no relacionadas con la salud y la seguridad, son la facilidad de limpieza y el sencillo funcionamiento. Simplemente conecta la parrilla a la fuente de alimentación y presiona el botón correspondiente, como si estuvieras usando una estufa en la cocina.
¿Qué tipo de parrilla deberías elegir?
Cada tipo de parrilla tiene sus ventajas y desventajas. Desde un punto de vista científico, así como desde la práctica de muchas personas, la más segura es la parrilla eléctrica. La comida preparada con él es definitivamente la más saludable. La cuestión de qué plato quedará más sabroso es una cuestión muy individual, pero cuando se utiliza una parrilla eléctrica, la posibilidad de quemar algo es mucho menor. La desventaja de la parrilla eléctrica es la falta de flexibilidad a la hora de elegir el lugar para asar.
Sin embargo, una parrilla de gas también puede funcionar en lugares donde no hay electricidad. Una parrilla de carbón tiene muchas ventajas, pero la comida preparada de esta manera es menos saludable. La solución puede ser elegir una parrilla sin humo, donde la cantidad de sustancias nocivas que se liberan al aire es muy limitada.
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